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¿Por qué algunas personas desarrollan una adicción y otras no?

No existe una única causa que determine si alguien se volverá adicto a las drogas. En realidad, es el resultado de varios factores que se combinan, como la biología de la persona, el entorno en el que crece, la edad en la que empieza a consumir y el tipo de sustancias que utiliza.

Cuantos más factores de riesgo estén presentes, más fácil es que el consumo se convierta en una adicción. Veamos esto un poco más en detalle:

Biología personal

Nuestros genes, junto con lo que vivimos a lo largo de la vida, influyen mucho. De hecho, se estima que la mitad del riesgo de desarrollar adicción tiene que ver con la genética. Además, aspectos como el sexo, el origen étnico y otros trastornos mentales también pueden jugar un papel importante.

El entorno importa

La familia, los amigos, la escuela, el barrio… todo eso forma parte del entorno que puede influir en si una persona empieza a consumir drogas o no. Por ejemplo, vivir situaciones de estrés, abuso o tener un grupo de amigos que consume puede aumentar mucho el riesgo.

La edad también influye

Cuanto más joven se comienza a consumir, mayor es el riesgo de volverse adicto. ¿Por qué? Porque el cerebro de los adolescentes aún está en desarrollo, sobre todo las partes responsables de tomar decisiones y controlar impulsos. Esto los hace más propensos

Entonces, ¿qué hace falta para que alguien desarrolle una adicción?

Para que alguien desarrolle una adicción, por lo general deben coincidir varios de estos factores de riesgo. Pero hay uno que es indispensable: consumir la sustancia.

Una persona puede tener todos los factores de riesgo posibles, pero si nunca prueba una droga, no desarrollará una adicción. Y también puede pasar lo contrario: alguien con pocos factores de riesgo, si consume con frecuencia y en exceso, puede acabar teniendo un problema de adicción con el tiempo.

¿Se puede prevenir?

¡Sí, y mucho! Las investigaciones muestran que los programas de prevención que incluyen a la familia, las escuelas, la comunidad y los medios de comunicación realmente funcionan. Cuando los jóvenes entienden que las drogas pueden ser peligrosas, son mucho menos propensos a consumirlas.

Por eso es tan importante seguir educando, hablando del tema sin miedo y creando espacios donde se pueda aprender y preguntar. Padres, docentes, profesionales de la salud y la comunidad en general tenemos un papel clave en esto.

La mejor manera de prevenir una adicción es no empezar a consumir.